El Partido del Trabajo se pronuncia en contra de la nueva iniciativa aprobada en el Senado con la cual se otorga el control de puertos y capitanías del país a la Marina, lo anterior, bajo el argumento de garantizar una mayor seguridad, sin embargo, en realidad constituye una afrenta a la democracia mexicana, ya que podría ser el primer paso hacia la militarización del país.
La reasignación de funciones de la Marina, como lo han querido llamar, no es otra cosa que la creación de un régimen militar que atenta contra la soberanía, puesto que responde a los intereses de Estados Unidos y no a la protección y seguridad de los mexicanos; lo que pretenden es la ocupación de los puertos y la regulación de la ocupación del Ejército. El PT aprecia que estas modificaciones a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, a la Ley de Navegación y Comercio Marítimos y a la Ley de Puertos establecen el camino hacia un régimen policíaco-militar que atenta contra los derechos y las garantías del pueblo de México.
El control y la seguridad que plantean para los puertos y costas mexicanas es debido a que las capitanías actuales no cuentan con los recursos necesarios para combatir el narcotráfico y el crimen, sin embargo, el presupuesto que se les otorga no les llega o les llega incompleto, situación que impide que ejerzan sus funciones al cien por ciento, y aún así han cumplido con su labor.
El Partido del Trabajo exige que la iniciativa sea revisada de manera minuciosa para evitar situaciones que puedan afectar sobremanera la democracia del país, ya que los acuerdos con una potencia extrajera constituyen una traición a la patria y no es factible bajo ninguna circunstancia poner en peligro la soberanía del país.
Es claro que la iniciativa viola la Constitución y pone en peligro la estabilidad institucional de la Marina, por lo que no es una opción militarizar los puertos; en vez de ello, es necesario mejorar las instituciones de seguridad del país.
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